Cuidado con lo que invocas

Los humanos somos miedosos: nuestros temores han ideado monstruos. Esas criaturas son espejos sobre los que proyectamos nuestras emociones y sentimientos reprimidos. Atizan nuestro miedo ancestral a lo desconocido.

La existencia de dragones, monstruos marinos, licántropos, vampiros y un sinfín de criaturas terroríficas que van más allá de nuestro entendimiento, siempre han sido fruto de las fantasías, los mitos y las leyendas que el imaginario colectivo ha abrazado a lo largo de la historia. Nacidos en leyendas populares o mitologías antiquas, estos engendros nos acompañan desde las culturas más antiguas y se han transmitido de generación en generación, a través de cuentos o fábulas que los convirtieron en verdaderos iconos de la cultura popular.

¿Te atreves a leernos y sumergirte en las tinieblas de lo monstruoso? Ten cuidado con lo que invocas durante la lectura: hay espíritus que mejor se deberían quedar en el otro mundo. ¿O será que entre las líneas de nuestros relatos te darás cuenta de que a veces los verdaderos monstruos somos los seres humanos?